Mi papáPedro, el que acostumbraba a salir conmigo a todas partes.Me llevaba a la playa , al circo con mis primas, a los juegos mecánicos.
El decía que no era ingeniero sino ingenioso, contaba una enormidad de cuentos que nos mantenía entretenidos a todos y por supuesto la afición del chocolate se la debo a él.
Me llevaba al Jirón de La Unión en la época queera un vedadero centro de Lima para comprar,e chocolates giandugia en la casa Tubino o si no al Donofrio, que tenía un restaurat en el mismo Jirón casi frente a la botica francesa, donde las paredes eran de color celeste pastel, las mesitas de marmol y las sillas de fierro y tenía toda clase de pomos de chocolares de los cuales me permitían sacar a manos llenas, en la botica francesa tomábamos unos helados deliciosos,De chica y hasta de grande me bastaba abrir la puerta de su ropero para encontrar chocolates.
Le encantaban los tangos y sabía bailarlos y la música clásica.
Con él fuí por primera vez a la ópera cuando tenía 9 años y tuve que entrar cuando las luces se apagaban ya que no se permitía a menores, la primera ópera que vi con él fué Aída.
Le gustaba sentarse a oirne tocar el piano, lo malo era que cuando le gustaba una pieza se la tenía que tocar todas las veces que quisiera Le gustaba una en especial : el vals de Bhrams y otra Cuore ingrato. Se llebaba a mis primas mayores a la Misa de 11 al Parque de Miraflores y después a una confitería que había cerca de la Comisaría que se encontraba en ese entonces en el parque, lo mismo que el cine Ricardo Palma y la casa Belvedere, en lo que ahora es la Diagonal.Todos te echamos de menos papá
El decía que no era ingeniero sino ingenioso, contaba una enormidad de cuentos que nos mantenía entretenidos a todos y por supuesto la afición del chocolate se la debo a él.
Me llevaba al Jirón de La Unión en la época queera un vedadero centro de Lima para comprar,e chocolates giandugia en la casa Tubino o si no al Donofrio, que tenía un restaurat en el mismo Jirón casi frente a la botica francesa, donde las paredes eran de color celeste pastel, las mesitas de marmol y las sillas de fierro y tenía toda clase de pomos de chocolares de los cuales me permitían sacar a manos llenas, en la botica francesa tomábamos unos helados deliciosos,De chica y hasta de grande me bastaba abrir la puerta de su ropero para encontrar chocolates.
Le encantaban los tangos y sabía bailarlos y la música clásica.
Con él fuí por primera vez a la ópera cuando tenía 9 años y tuve que entrar cuando las luces se apagaban ya que no se permitía a menores, la primera ópera que vi con él fué Aída.
Le gustaba sentarse a oirne tocar el piano, lo malo era que cuando le gustaba una pieza se la tenía que tocar todas las veces que quisiera Le gustaba una en especial : el vals de Bhrams y otra Cuore ingrato. Se llebaba a mis primas mayores a la Misa de 11 al Parque de Miraflores y después a una confitería que había cerca de la Comisaría que se encontraba en ese entonces en el parque, lo mismo que el cine Ricardo Palma y la casa Belvedere, en lo que ahora es la Diagonal.Todos te echamos de menos papá
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