Mamama Rosa, mi abuelita inolvidable, la que salió después de 6 meses de su casa, donde había guardado luto por mi abuelo César, solo por que yo había nacido y desde ese día para mi fué algo incoparable, siempre estaba serena, casi nunca le oíamos un grito, a mi me guadaba los "peneca"para cuando regresara del colegio y los chocolatitos que le registraba de su tocador .
A raiz del terremoto del 40 pasamos la noche como 16 personas en su casa de Miraflores.
Me hacía mazamorras de lo que fuera con tal de que comiera, y no se imaginas la cantidad depanes con mantequilla o solos que me dejaba comer.
Su hija Rosa Elena, la mayor y la primera que se casó, la hizo esperar como 14 años para darle a una nieta.
En Navidad nos reunía a todos los que estábamos en Miraflores, y nos hacía pasar en complicidad con los mayores para ver lo que nos había traído el Niño Dios ( no Papá Noel).
La mesa del comedor me parecía enorme sobraba para todos y teníamos que portarnos bien, no por ella, sino por las tías Carmen y Consuelo.Fué en su casa que casi todos los primos tomamos por primera vez la Cocacola, mi tío José se la enviaba desde Ica.
Le encantaban las novelas, que se oían por radio ya que no existía la TV, eran interminables, una que escuchábamos los chicos era "el monje loco"con sus risas que nos daba miedo.Siempre te rocordaremos mamama............